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Los apoyos a AMLO y Ebrard

Ciudad de México | a 17 de octubre de 2022.|  Redacción.-

Días atrás, se presentó el libro “El rey del cash” de Elena Chávez (ex pareja sentimental de César Yáñez).

Entre muchas confidencias, la autora menciona que era relativamente común que los operadores políticos del actual Presidente de la Nación (Andrés Manuel López Obrador) recaudaran fondos de los recursos públicos para la Administración de la carrera y estructura política del Jefe.

Obviamente se trata de coincidencias sin pruebas y es muy posible que se trate sólo de una mentira de las autoridades policiales para sacar una renta extraordinaria de sus subordinados, pero en la Policía capitalina de la época de López Obrador y, posteriormente, de Marcelo Ebrard, era frecuente que hubiera “colectas especiales” para apoyar económicamente al Jefe de Gobierno. Así como lo lee.

Siempre existieron

Un ejemplo, en julio de 2004, el Jefe de Unidad Departamental de la Comandancia de Patrullas (Delta) de la Policía Sectorial Izc-1 Iztaccíhuatl recibió un llamado de la Jefa del Sector, Segunda Inspectora, para decirle que tenía que aportar “voluntariamente” la cantidad de 3 mil pesos en virtud de que le había dado la instrucción el jefe regional “Pegaso”.

El proyecto era recabar 10 mil pesos por titular, 5 mil por subdirector y 3 mil quincenales por jefe de unidad departamental. La suma rondaba los 27 mil pesos por sector y, si ahora se cuenta que aproximadamente había 70 sectores, se completaba la bonita suma de un millón 890 mil. A excepción de los sectores que no tenían la estructura completa, en este no había subdirector.

Esto era una iniciativa única de la Dirección de Policía Sectorial y la justificación era precisamente que el Jefe de Gobierno (López Obrador) enfrentaba un posible desafuero.

Como si este riesgo no fuera poco, había que contar su aspiración a candidato presidencial, para lo cual era necesario apoyarlo económicamente.

Obviamente, a todo el mundo (que pedía el dinero) le daba mucha pena porque nadie en la fuerza policial recibía dinero ni tampoco permitía obtenerlo del personal a su mando.

Además, la instrucción era no forzar la petición porque los mandos eran muy respetuosos de las decisiones individuales. Pero, curiosamente, se debía reportar a quien no diera ese dinero y, al final del proceso, eran simplemente cesados del cargo.

Este es el caso del subdirector de Lindavista, quien se negó a hacer la aportación e inmediatamente fue cesado y enviado al sector de Tezonco (como si esto fuera poco, pasó de tener el grado de Primer Oficial a patrullero). Otro caso, fue el Primer Inspector que era el jefe del Agrupamiento Montado -en esa época- con clave “Centauro”, quien fue cesado por el jefe de la Dirección de Agrupamientos Segundo Superintendente con clave “Aníbal”.

Castigos ejemplares para aquellos con conciencia y dignidad. Pedir pruebas de esto es un poco ingenuo: en estas colectas no había recibos firmados ni tampoco constancias de aportación. También, es cierto que resulta inverosímil que esta fuera una forma de recaudación del Jefe de Gobierno. Pero también es verdad que estas “colectas extraordinarias” se produjeron solamente durante el periodo de Gobierno de estos dos políticos (no hubo ninguna antes, ni tampoco se repitieron después).

Al menos, compartieron al Primer Superintendente de la Policía como persona de confianza en la institución. Ese mando policial debía necesariamente saber que se recolectaba ese dinero en nombre de su jefe directo. Y al menos, debió habérselo reportado y tomar medidas para que asuntos internos investigara esa “colecta”. No hace falta decir que no sucedió nada de esto

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